viernes, 14 de octubre de 2011

Síndrome del objeto ausente


En qué consiste este síndrome?
Cuál es su sintomatología?
Cómo es su evolución?
Se cura?
Hay grupo de autoayuda para sobrellevarlo?
Duele?
Está en proceso de evaluación una vacuna para prevenirlo?

El síndrome del objeto ausente es una rara enfermedad que afecta mayormente a mujeres. Féminas de cualquier edad pueden padecerla.
En hombres puede manifestarse pasados los 60 años, pero no se sabe exactamente si responde a este síndrome en su forma pura o es resultado de cursar con otra enfermedad como la demencia en cualquiera de sus tipos.

El primer síntoma que podemos identificar es una sensación, sensación de olvidar algo. Como cuando vas a la cocina con firmeza y seguridad, pero al llegar no recordás qué fuiste a buscar... sabés que fuiste para algo pero no podés dilucidar para qué era. Lo recordás cuando volvés al punto de inicio y emprendés nuevamente la búsqueda; a veces la secuencia (ir hasta la cocina- olvidar el objetivo- volver al punto de inicio), en casos más graves, se repite varias veces.

En general la personas tienden a confundirlo con stress o cansancio.

Los siguientes síntomas se relacionan más con olvidos o pérdidas: "Yo dejé acá arriba el papel con la receta... dónde está????", "Llamame al celular que no sé dónde lo dejé...".

De ahí a la patología completa hay un solo paso.

El síndrome del objeto ausente consiste en buscar un objeto, sentirlo como perdido, cuando aún sabemos que no poseemos dicho objeto. Por ejemplo, estoy hace un mes sufriendo por un anillo que perdí... pero hete aquí que yo no uso anillos y, de hecho, no tengo anillos.

Puede cursar con trastornos de ansiedad, "pará, pará!!!! mi anillo!!!! falta mi anillo!!! buscá, buscá ahí abajo de la mesa!!!! dónde está mi anillo?!?!?!?!! GRRRRRRR!!! mi anillo!!!!!! aaaaay, se me cierra el pecho... ay, ay, ay!!!!! tengo taquicardia, qué me pasa!!!!???? qué me pasa?!?!?!?!? MI ANILLOOOOOO!!!!!!!!!!".

Suele encontrásela también asociada a una depresión: "buaaaaaaa, mi anillo... yo amaba ese anillo, entendés? ahora sin él no es lo mismo... no, dejá, dejá, déjenme sola... quiero dormir, sólo eso, dormir... buaaaaa, mi anillo...".

En otros tantos casos es acompañada con delirios paranoides: "vos agarraste mi anillo???? fuiste vos??? Yo sabíaaaaaaa!!!!! Sabía que esta hija de puta quería mi anillo... una vez la vi mirándolo... qué hija de puta!!! la voy a denunciar!!!! Con razón me la encontré en la calle el otro día, me estaba siguiendo!!!! Voy a ir con la policía a buscar mi anillo, ladrona!!! chorra!!!!! Por qué querés mis cosas?!?!?!?!?".

No hay cura aún para este síndrome. A veces puede conseguirse disminuir la sensación de falta mediante el pensamiento; antes de que aparezca la angustia hacer ejercicios para recordar que en verdad no se tiene ese objeto.


A mí me pasa con el anillo y me pasa con los cubiertos. A veces siento que no puedo cortar la carne, por ejemplo, pero es porque tomo los cubiertos como zurda cuando yo soy diestra. Entonces sufro porque me cuesta cortar la carne hasta que "recuerdo" que corto con la derecha.

1 comentario:

Rebeca dijo...

La felicito Ud recien esta en la primera etapa. En un tiempito va a comenzar a acusar a toda su familia de haberselo robado solo para fines maleficos...

jajaja muy bueno el post! lo de tener que hacer varias veces el recorrido para acordarme que iba buscar me paso muchas veces