jueves, 21 de agosto de 2014

Fiesta de la Pachamama


Como cada día amanecimos temprano; cuando viajo cambio mi chip automáticamente y me vuelvo madrugadora, no quiero perderme nada de las mañanas, me encantan! Acá es tan diferente, soy más de la tarde o noche, no me gusta madrugar ni un poco. Ok, acá cuando madrugo es para ir a trabajar a la oficina... la vida administrativa no me motiva en lo más mínimo. Pero en los viajes quiero cada minuto. 

Cerca del mediodía nos fuimos a al paseo de los artesanos, nos habían avisado en el Hostel que había un almuerzo para comenzar con los festejos de la Pachamama (después supimos que los rituales arrancan desde más temprano, esos nos los perdimos). 
Una deliciosa sopa dio el puntapié inicial a nuestro primer almuerzo. Después había de todo un poco, empanadas, milanesas cortadas en cuadraditos, ensalada rusa. Bien familiar. Me encanta.

La primer sopa
Ya con la panza llena y el corazón contento fuimos para la plaza donde estaban con los rituales.
No sé cómo explicar la sensación... aunque hubiera mucha gente fue algo tan íntimo... tan maravilloso... Verlos ofrendar, sentir su agradecimiento a la tierra amada, percibir el amor, fue emocionante. Sentí la comunión, mi unión con ellos, nuestra unión con la pachamama. Mi unión con algo que está ahí adentro, profundo y a la vez tan simple y que no siempre recuerdo; mis pies y la tierra.
Lloré de alegría, de agradecimiento. Realmente es muy emocionante, lo fue en su momento y lo es ahora en mi recuerdo.

Ritual Uno
Los copleros
El Coyita Pedro
Y arrancaron los bailes y saltos nomás.
Mamita querida, la altura... 
De la plaza nos fuimos en trencito bailando al ritmo de las coplas, otra vez, hacia el paseo de los artesanos donde nos esperaban con el almuerzo (nuestro segundo almuerzo). Pegás dos saltos, bailás media cuadra y sentís que el corazón te deja ahí nomás. El salón estaba como en el tercer piso, todo bailando, desafiando al cuerpo a cada paso, llegamos. 
Nos sentamos ya con lo último de aire. Venga el vino, vengan las empanadas y venga el locro!!!! 
El segundo almuerzo

Y venga Martín Omar, nuestro compañero de mesa que nos hizo matar de risa, estaba un poco pasado de copas el muchacho, qué divertido almuerzo... "Misiiiiiiiil" gritaba Martín agitando su vaso vacío, era la contraseña para pedir vino, "Misiiiiiiiiiil". Una chica nos decía que trabajaba con él, participaban del almuerzo todos los que trabajan en la municipalidad, y nos decía que se iba a querer morir al día siguiente porque "es callado siempre".

Y vueeeeelta el baile y los saltos. Una fiesta que no termina nunca.

Ahora en el espacio verde del lugar comenzaba otra ofrenda. Hicimos la cola con una de mis amigas (la otra ya había ofrendado en la plaza), tenía miedo de hacer toda la secuencia mal, tirar mal el cigarrillo, tirar antes una cosa que otra, y que me odiaran todos, que la tierra se abriera y me comiera. El que estaba delante nuestro estaba muy borracho  y casi se cae dentro del pozo, a un hombre se le cayeron los anteojos, jajajaja!


El que está arrodillado es el que casi se cae, atrás el Sr que ofrendó los anteojos
Ofrendas
Por suerte nos salió todo bien, te van diciendo el paso a paso cuando te sentás frente al pozo. Ahora no recuerdo el orden, pero incluye echarle comida, piri, yuyos, pitar dos cigarrillos juntos y tirarlos, regar con una taza un brebaje inmundo. 
Pero hete aquí que un contenido de la taza se tiraba al pozo y otro contenido se tiraba dentro de uno... 

Con los yuyos, ahí se ve la tinaja...

Con el doblete de cigarrillos

El brebaje se guardaba dentro de una tinaja, a cada rato, uno pasaba y le metía una botella de algo. Paso a enumerar las cosas que vi que tiraban dentro de la tinaja: vino de todos los colores y en todas las presentaciones, licores (menta, huevo, dulce de leche, chocolate, demases), gancia, cerveza, alcohol puro y vaya uno a saber qué bebidas más... Si demorabas al tomar había prenda: tomar dos tazas. Si vomitabas ahí mismo había prenda: tomar dos tazas. Si no querías tomar una taza había prenda: tomar dos tazas.

Fondo blanco. En tres segundos me tomé todo. Mi amiga no podía... me ofrecía a tomar lo suyo pero me dijeron que no se podía. La pobre estuvo a esssto de la prenda, a essssto...
Ahí termina la ofrenda. Cuando te parás te vuelta todo. El fondo blanco de todo eso es letal. Te ataja una señora que te pone una pulsera tejida con dos colores de lana que se llama yoki, una pulsera en la mano izquierda y en el tobillo derecho.


Yo en pleno fondo blanco


Yo tentada porque mi amiga no podía con su brebaje... o tal vez estaba borracha...

Todo esto es lo que se ve. Lo que me pasó dentro fue maravilloso también, me llené de amor, de felicidad, agradecí a la vida el poder estar ahí, agradecí a la tierra por alojarnos y darnos vida...
Ya estábamos muy cansadas, nos sentamos un rato al sol y nos fuimos a dormir la siesta al hostel. Dos horitas de descanso necesitábamos.
A la tardecita volvimos y seguían dale que dale con el festejo, no paran en todo el día!! Ya renovadas con nuestro descanso bailamos durante horas. Nos cruzamos con Martín Omar que ya estaba recuperado de los "misiles", ya le había entrado la vergüenza...

Lluvia de cerveza cuando tapan el pozo


Y baile, salto, baile, ronda, salto, copla, salto, ronda, copla, ronda... hasta nos dedicaron una canción!! "El bombón asesino para las chicas de Buenos Aires!", gritó un coplero.
El baile, además de divertir, ayuda mucho con el temita del frío. Porque ahí arriba, hace frío en serio. 

El trencito al ritmo de la copla nos llevó otra vez a la sala del paseo de los artesanos. A cenar!!!!!!!!

Ronda movida dentro del paseo de los artesanos, antes de la cena

Yo ya no podía más con mi alma. Con el cuerpo en realidad, mi alma estaba llena!!!!!!!! Saludamos a todos los que quedaban, ya nos conocían, creo que éramos las únicas turistas que seguimos hasta ese momento. 
Nos sacamos fotos con el Coyita Pedro, que fue quien oficiaba todos los rituales.

Con el Coyita Pedro

Con Martín "misil" Omar

Fue una experiencia hermosa. Gratificante, llenadora. Quisiera tener muchas vacaciones y el dinero para poder viajar todos los años.









lunes, 4 de agosto de 2014

Fiesta de la Pachamama, la previa


Hace un año y pocos días estaba festejando con un almuerzo en la feria de los artesanos en San Antonio de los Cobres el inicio de la fiesta de la Pachamama. Para ser más exactos estábamos con mis dos amigas en nuestro segundo almuerzo del día.
Me acuerdo de cada ritual y me salta una sonrisa. Fue una experiencia hermosa, y muy emotiva, en un momento nos encontramos las tres llorando. Compartir ese momento, en ese lugar, con esas personas fue increíble.

Durante mucho tiempo quise participar de este festejo, siempre llamó mi atención. El año pasado, finalmente, se dio.

Salimos el 27 de julio con destino Salta. Amo Salta. Nos quedamos dos días en un hostel cerca del centro, fuimos a las dos peñas recomendadas: la de turistas, La panadería del Chuña, un personaje el Chuña, muy buena comida y buenos shows. Y también fuimos a la recomendada como peña posta, La Casona del Molino, muy relajado el ambiente y con más guitarreada espontánea. Nadie podía creer que fuéramos a quedarnos en San Antonio de los Cobres cinco días, "NO HAY NADAAAAA!", nos alertaban. Por suerte nunca pensamos en cambiar de itinerario.



El 29 a la mañana partimos tempranito en un colectivo que parecía de línea, viajaba un montón de gente porque al ser lunes muchos iban a trabajar a San Antonio o algún lugar en el medio. Viaje largo. Lo bueno es que de a poco, entre mate y mate, nos íbamos adaptando a la altura. 


Estación de tren

Qué difícil la llegada... Bah, la llegada no, la bajada y caminata. No hay forma de dar tres pasos y no agitarse. Para colmo no teníamos la dirección exacta del Hostel donde íbamos a parar. La explicación era clara, donde las deja el colectivo caminan para la izquierda dos cuadras, doblan una cuadra a la izquierda y en la esquina esa van a ver a media cuadra a la derecha una casa naranja, ahí es. La explicación es clara ahora que recuerdo dónde quedaba el hostel... en el momento que llegamos no entendíamos nada, entre las mochilas y el apunamiento estábamos superadas.



Acá nos dejó el colectivo


Ese primer día nos quedamos descansando, "coman algo y duerman siesta" fue la recomendación, mandarineamos al sol y a dormir un rato. Cuando el sol baja no se puede creer cómo baja la temperatura, noche fría. Afirmo una vez más: me encanta dormir aplastada de frazadas.

Tuve que hacer a un lado mi costumbre de bañarme a la noche y a la mañana. A la mañana no daban ganas ni de entrar al baño, era como meterse en una cámara frigorífica. Mamita querida, mucho frío. Desayunamos, caminamos un rato como para conocer el pueblo y después hicimos lo que haríamos el resto de los días en cada momento libre, matear al sol en la vereda, mate y mandarinas, fieles compañías. Algo que disfruto mucho de los viajes es la rutina, es el hacer lo mismo que hago acá, no tanta excursión, no 
tanto movimiento, yo quiero tomar mates, leer y salir a caminar, con eso soy feliz.

Lugares

Mirando por la ventana de una casa abandonada en la estación



Caminata después de la siesta

A la tarde fuimos a conocer el famoso Viaducto de la Polvorilla por donde pasa el Tren de las nubes. Difícil la subida, es increíble el fenómeno que sucede, se siente una enorme cantidad de aire puro en el mundo allá arriba, pero no hay manera de que sea suficiente cuando uno inhala. 

Ohhh, vuelooo!!!

Viaducto de la Polvorilla

El 31 sabíamos que arrancaríamos tempranito. Abrigadas a más no poder salimos con mate, sanguchitos y mandarinas con José y su camioneta a pasear. Los destinos obligados: Tolar grande donde conocimos los Ojos del Mar, y el Cono de Arita. No vale la pena contratar antes de ir, a nosotras nos llevaron contratando ahí mismo por un tercio del dinero que pedían de las agencias.


El camino a Tolar desde San Antonio de los Cobres es hermoso! Tanto de ida con el amanecer como al regreso con las diferentes imágenes que da el sol jugando con las montañas. Llegando a Tolar están los Ojos de Mar, increíble.



Camino a Tolar
Camino a Tolar, desperfectos
Camino a Tolar

Ojos de Cielo

Ojos de Cielo de cerca

El Pueblo de Tolar es chiquito, anduvimos cerca del mediodía y parece fantasma, no anda nadie. Almorzamos en una placita de juegos, después de muuuuuchos años me tiré por un tobogán que era altísimo, un poco me asusté... se ve que de chico uno se manda y se tira de todos lados. Es hermoso caminar el lugar, también fuimos a visitar la Cueva del Oso que está ahí, yo no entré, me quedé contemplando el paisaje hermoso.

Ahora lo malo. La idea con la persona que nos llevaba era seguir viaje hasta el Cono de Arita, apareció una señora del lugar (que se ve que siempre lo hace) que pretendía ir con nosotros en el auto, claramente con la única idea de cobrarnos algo, no para oficiar de guía. Nos dijo que desde ahora para seguir viaje la Dirección de Turismo "exigía" que se hiciera con un guía local abonando una suma menor (en nuestro caso nos quería cobrar $50). Una locura. Una mentira. Un robo.

Seguimos viaje sin subirla y sin pagarle nada. A la vuelta finalmente le pagamos los $50 (no la subimos porque no había lugar, además no voy a subir a una desconocida que sale de su casa en medio del almuerzo a patotearnos) porque el hombre que nos llevaba se lamentó todo el viaje diciendo todas las cosas malas que podían hacerle después... 

En fin. El lugar hermoso. La coima, no.


Cono de Arita
Volvimos a San Antonio entre mates, más mandarinas y chistes.

A descansar que se venía la fiesta!!!!!!!!!!!!!!