martes, 25 de septiembre de 2007

Aire de primavera

Toda estación tiene sus cosas buenas y malas. El invierno no sólo trae días sin baja presión, reencuentro con esa ropa que no recordábamos haber comprado el año anterior, adquisición de botas que hacen la vida de una mujer tan feliz. Sí, suena frívolo pero es así. Botas = felicidad.

La vida tiene sus vueltas, no podía ser color de rosa... todo yin tiene su yan, todo yan su yin, la cal y la arena... El frío trae consigo algo que me molesta bastante, casi llegando a un 4 en la Carolina Anger Scale.
Qué problema tiene la gente con abrir dos centímetros la ventanilla en el colectivo????? Es cuestión de subirse y sentir cómo el airecito te envuelve con sus brazos y no te deja respirar más.

Esto se agrava un poco si es que sos algo alérgico, por ejemplo, a la lana y sus pelitos; entonces te empieza a picar todo, empezás a moverte con una pisca de nervisismo, buscás desesperadamente esa hendija que te libere de tal malestar... y nada.

Sabés qué?? Bajate!!!! Bajate ya!!!!

Nadie abre nada... parece que tienen miedo que el vientito les robe el alma. Sí, yo soy de las que se sientan y abren la ventanilla, haya sol, lluvia o 5 grados bajo cero. Y te ando de musculosa y camperita de hilo (en casos de fríos extremos) durante todo el invierno.

Mi casa es el lugar donde los pingüinos mueren de hipotermia. Migran en invierno porque el comedor se pone demasiado fresco para ellos.

Lo bueno de la primavera es que devuelve la ventilación al bendito colectivo... Pero trae alergias...



jueves, 20 de septiembre de 2007

Qué lindooooooooooo!!!!!

Esto lo descubrí hoy buscando datos sobre un dibujito que parece que sólo yo vi... No sé si lo inventó mi memoria o qué...
Era uno sobre historia mundial en dibujitos.

Y mi don????????????

Sé que cuando mi madre hizo la cola, hace ya unos veintipico de años, para la repartición de dones, llegó tarde a la entrega de paciencia y tolerancia para la tercera de sus hijos...

Y para montones de cosas más, no quiero hacerme acá la señorita perfecta... Soy extremadamente impuntual, de esas que juegan con los límites de la desconsideración, desinterés y falta de respeto. Detalles, por supuesto, que no influyen en lo más mínimo a la hora de pensar en un cambio de actitud de mi parte...
Llego tarde porque sí. Sí me importás Roberto, sí te quiero ver, pero no me pidas peras cuando a la vista salta mi esencia de olmo... No tengo ese don, porque no me jodan che, es un don... El mundo se empeña en ponerme obstáculos para que llegue a cualquier hora; robos, choque de colectivos, encuentro cercano con personajes de tercer, cuarto y quinto tipo...

Y hete aquí que el regalito que venía junto con la puntualidad, el ahorro, obviamente también me fue negado.

Pero bueno, me estoy yendo de tema, este post era a colación del temita de la paciencia y su hermana mayor, la tolerancia.
Me rompen soberanamente los ovarios las personas que en el colectivo, estando sentadas, hacen todo el tiempo ademán de "en la próxima me bajo", y hacen que yo me quede cual helecho helado atornillada al lado del asiento. Y no se bajan nunca. Nunca más. Jamás. Creo que viven ahí, de hecho. Como los que viajan en el 101 cartel rojo, son gente paga que viaja punta a punta del recorrido. Y no bajan nunca. Jamás. Como los que hacen el ademán. Que tampoco bajan nunca más. Tal como los del 101. Jamás. Nunca. Y ni hablar los del ademán... Y el 101... y el ademán... 101... ademán... 101...

Me voy a resetear y vuelvo.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Construyendo un mundo mejor


Érase una vez dos niñas, dos dulces criaturas de almas blancas y puras, de corazón noble y mente sincera (????)... estaban ellas paraditas una medianoche fría de otoño a la espera de un transporte numerado con el 57 en el lejano barrio de San Miguel...

Éramos una amiga y yo en realidad, el tema este de la espera nos debitó una horita de nuestro tiempo de vida; pero nos sirvió para pensar muchisísimas cosas... Todo esto mientras hacíamos una símil clase de step en el cordón de la vereda; había que pasar el rato y, algo un poquitín más fundamental, evitar la muerte por hipotermia.

Era uno de esos momentos en que uno dice: "fuaaaaaa!!!!! qué bueno sería hacer "Plínnn" y teletransportarse... aparecer ya en la camuchissss, con dientes lavados y todo!! Y por qué no con la ropita elegida y lista para mañana... Y bueno, maaaaa siiiiiii, ya que estoy pido: casita con las tres P, patio, parrilla, perro (labrador negro o chocolate, o uno de la calle). Mmm, eso para arrancar... no me alcanza con un post, soy algo demandante; más cuando viene imaginando así gratuitamente".

Ok, muy lindo todo, sí, sí... pero vuelvo al tema en cuestión. Empezamos a esbozar alguna que otra regla, algo así como una "Síntesis Organizada Y Elmentos Legales Mundiales Al Manejar Una Teletransportación" (S.O.Y.E.L.M.A.M.U.T.); no se puede dejar todo a la buena de Dios, vieron cómo es el ser humano, confunde enseguida libertad con libertinaje...

Para arrancar, este sería un servicio que uno puede comenzar a utilizar a partir de los 18 años, por cuestiones legales. Todavía no definimos bien con cuántos kilómetros arranca uno... Sí sabemos que habría una parte igual para todos y cada uno; y una parte sujeta a variaciones, km regalados, herencias, por ejemplo, de un abuelo.
Luego cómo sigue, se preguntarán ustedes. La cosa es más o menos así, tenemos para comenzar la base antes mencionada (fija y variable), pero luego esta cantidad de kilometraje se va acrecentando; ya sea por la cantidad anual que se acredita cada 2 de enero, o por un plus que se logra cuando uno desearía teletransportarse y se contiene, logrando como premio el doble de la cantidad de kilómetros que hubiese querido saltarse. Hay mucho de reprimirse, como verán, a más superyo, más kilómetros... Me van siguiendo???

También hay préstamos de km. Imaginate que te estás haciendo un viajecito a Egipto, y justo cuando estás terminando de cruzar, teletransportísticamente hablando, el Atlántico te quedás sin kilómetros disponibles. No vas a quedar boyando toda la vida ahí... En ese caso te hacen una transferencia desde el Banco Internacional de la Teletransportación y después lo vas pagando.


Después sigo. Falta la explicación de los viajes de a dos (y no me estoy refiriendo a viajar con Karina Mazzoco).




lunes, 10 de septiembre de 2007

Había una vez un Rober...


Situación problemática:


Departamento. Noche. Calor. Ventana de cocina abierta. Cucaracha voladora que entra. Tamaño de la visita inesperada: XXL. Roberto bañándose. Carolina la ve y queda estúpida (se entiende que hablamos de estupefacción y no de temitas de cortitud mental). Duda. Duda y espera...

Canilla que se cierra, ducha que culmina.

Carolina: Roberrrrrr...

Roberto: Qué????

C: Vení...

Tú que eres un hombre de las cavernas que a nada le teme, de un institnto animal descomunal, fuerte como el acero, protector como el Hawaian Tropic... y yo que soy una niña temerosa, una dulce provincianita, lejos de los brazos de mamá y la ayuda de papá...

C: podés matar esta cucaracha???? Les tenés miedo????

R: les tengo fobia.

Mierda!!! Lareput... Roberto y la reconch..detuput...madre!!!! Qué parte del Manual "Roberto protege a Carolina siempre, siempre, mata todo, cambia cueritos y bombitas" no te leíste???????

Carolina se agacha y toma con sus manecillas temblorosas (para darle cosita a Rober, ella no le teme a una miserable cucaracha...) el trapo de piso con la clara intención de cazar a la desagradable criatura encarnación del mismísimo demonio y apretujarla...

R: Qué hacés?? Noooo!!!! Yo la mato Caro, no importa... Dejame a mí.

Essssssse es mi Roberto!!!!! Jajajaja!!!! Qué divertido fue... lástima que para matarla no se acercó, sino que le revoló mi zapatito verde que costó la ruptura del taquito y no le pasó ni cerca al animalejo. Aproximóse 10 cm, le revoleó una zapatilla con la cual la tumbó, ni sé si la mató... Y cerró la puerta de la cocina... por las dudas.


jueves, 6 de septiembre de 2007

Esto es injusticia!!

Estuve pensando algunas cosas durante estos días... se ve que ya veo aproximarse fin de año, ese gigante color grisáceo y de ojos claros con aires de galán que te invita, o más bien, obliga, a confeccionar el inevitable balance...

Síganme en este pensamiento. Yo soy chica de escuchar mucha radio, estoy con mi amiga encendida desde que me levanto a eso de las 8:30 hs, hasta las 20, hora en que pongo música (ah, cabe aclarar que en radio escucho programas donde la gente habla, no programas de canciones nomás) y enciendo la tele.

Se darán cuenta que son muchas las horas que la radio me acompaña. Cubre fundamentalmente lo que sería mi jornada laboral, de 9 a 18hs. Y además, como cuando salgo de la oficina tengo otra "changuita" que se extiende hasta las 20 hs aproximadamente, la FM sigue a mi lado...

Bueno, arranco con la síntesis de tanta palabrita...
Si yo trabajo una hora a la par de Fernando Peña y el Bicho, tres horas junto a Andy Kustnezoff y De Caro, cuatro al lado de Matías Martin, Schultz y Cabito, culminando con dos horas con Seba Wainraich y Julieta Pink, por qué carajo no gano la mitad aunque sea de lo que cobra sólo uno de ellos????


Otro día sigo con esta reflexión...

martes, 4 de septiembre de 2007

Un cafecito por allá, dos formularios por acá...

Hola!!

Estoy muy contenta el día de la fecha... estoy sentada en mi escritorio, bahh, en verdad en la silla próxima a mi escritorio. Sobre éste (el escritorio, no la silla, si no hubiese dicho ésta...) reposan un deliciosos bombones, unas exquisitas facturas y la promesa de un increíble almuerzo...

Por qué todo esto?????

Hoy es el día de la secretaria, y hete aquí que yo soy una.

Gracias, gracias por las salutaciones!!!!!!

Faltaba más...