miércoles, 7 de julio de 2010

Miradas que matan

No sé si recuerdan esa publicidad que decía...

"Con una mirada me dijo...
... andá a lo de Marta a ver cómo anda del reuma.
... poné el calefón en 3 ".


La casa no se hace cargo de la exactitud de la cita, pero al menos sirve para dar cuenta del concepto que quiero transmitir.

Las miradas que dicen algo.

La mirada cargada de brillo de los enamorados. Y sólo una vez la vi, o dos, como mucho; es más, tal vez era producto de una conjuntivitis, o de la ingesta de drogas legales y /o ilegales por parte de los enamorados en cuestión, quién sabe...

La mirada sobradora o de "qué me importa" con los párpados un poco bajos y las cejas alzadas. Estar muy atentos con la mirada similar que no lleva las cejas alzadas! Claramente incluye una connotación sexual; apelando a otra frase de publicidad, la más apropiada para el caso sería, "tu amigo te tiene ganas", es más -agrego yo-, te está imaginando sin la ropa.

También tenemos la mirada "tengo el ancho, tengo el ancho, pero si te hago la seña me van a ver"; en este caso puede acompañarse de un agrandamiento de fosas nasales.
Agrandamiento también presente en la mirada de "basta!! basta!! no me hagas reír que no da. Basta! Nos van a rajar...". Cuando la carcajada se vuelve incontenible, ayuda mucho el mirar para abajo y morderse los labios. O directamente irse al baño.

Para no extenderme mucho más, porque ahora que empecé a escribir sobre esto se me ocurren muchas miradas y, sobre todo, muchos malos entendidos.

Ayer le dije con la mirada a un señor: "la con*** de tu madre, viejo bolu**, por qué en vez de reírte como si fueras Papá Noel no me ayudaste antes con las bolsas y evitábamos que se me cayera todo, eh??!?!?!?!? No viste que no tenía más manos??!?!?! Jo, jo, jo, jo, te reís... pelotu**"

Todo eso le dije.

Pero claro!! Estaba en el supermercado con la cartera colgando y tres bolsas cargadas de cosas pesadas, intentando sacar del locker mi bolso donde estaba la ropa del laburo que me había cambiado para ir al gimnasio, los anteojos se me deslizaban cada vez un poco más, el jogging que se me bajaba; cuando logro rescatar la monedita de un peso que hay que poner para poder utilizar el casillero, se me da vuelta el bolso y se caen varias cosas. Atrás el tipo este se ríe...

Sólo bastó con mirarlo de reojo para que no se riera más. Creo que entendió el mensaje.



1 comentario:

Martín dijo...

Dicen que el primer beso se dá con la mirada.