miércoles, 23 de junio de 2010

La Casa

Fin de Marito

Después del suceso "Fernando se fue a Quilmes, quedé afuera", varias veces se invitó a ver Padre Coraje.




Cuando a eso de las 10 de la noche escuchaba que se abría la puerta de su departamento, yo bajaba el volumen de la tele en el mío. Golpeaba a mi puerta acompañado por su clásico: "veciiiiiiiina!!!". Nunca más le abrí.



Otras noches menos afortunadas me gritaba desde la vereda, y prendido al timbre, "veciiiiiiiina, quedé afuera, abriiiiiiiime!!!!!! Caroooooooo (ahora sí usaba mi nombre...) bajá a abrirmeeeee!!!!".



Por suerte tengo un don especial que consiste en la absoluta abstracción de la realidad. A veces esto es a favor mío, como en este caso*.



Se comentaba en ese entonces en "La Casa" que Marito vendía la llaver de abajo a cualquiera, de hecho robaron un par de veces.
Y no sólo a mí acudía por ayuda, Titi se llevó una poco grata sorpresa cuando un día, al entrar en su departamento, se encontró con cosas de Marito en el living. Se ve que algún día le prestó la llave para que pudiera salir y le hizo copia a todo el juego.




Sigo con la historia.




Una tarde al volver del trabajo me lo encuentro a Marito en la puerta de "2215", del lado de adentro, o sea, encerrado; a esta altura me tenía cansada, harta, re podrida...



Marito: veciiiiina, abrime, dale!!!
(con mala onda me hablaba, a los gritos. Y a mí a los gritos no me sacan nada...)
Caro: pará Marito, voy hasta el kiosco y entro.

Nunca imaginé lo que podía encontrar al entrar...



Es de las cosas más espantosas, inimaginables y asquerosas que he soportado.
El hijo de puta -ayer hippie viejo, hoy loco de mierda-, había hecho sus necesidades, sí, número 2, en toooodo el edificio. Como un niño que pinta al pasar, con crayones de colores, las paredes de los pasillos, él lo había hecho con eso... sí.



Subí esos dos pisos apelando más que nunca a la abstracción, especialmente a la abstracción olfativa.



Tres horas más tarde llegaba el patrullero...



Police man: Mario... otra vez??
(Otra vez!!!!!! Sí, se ve que la primera vez que lo hizo yo estaba de viaje y no lo sufrí) Ahora tenés que limpiar todo... Y basta! La próxima te llevamos!!!



Según me contó la de PB esa primera vez que lo hizo era el cumpleaños de la otra chica de PB, y esta primera, Graciela (de quien oportunamente hablaré), limpió todo para que no se suspendieran los festejos.



Como la tercera es la vencida, la siguiente vez que repitió la travesura se lo llevaron. Patrullero, ambulancia y al Borda sin escalas.

Al mes me enteré que Marito había muerto en el neuropsiquiátrico por problemas en los pulmones; eso de andar escupiendo sangre no era normal... Bah, casi nada en él era normal.

Ahora cada vez que algo raro sucede, o desaparece algo en mi casa, digo que es el espíritu de Marito que me sigue a todos lados para cuidarme y divertirse conmigo.




*En tantos otros es en contra, no puedo evitar muchas veces "irme" de forma involuntaria, "colgarme" como lo llamo yo...


1 comentario:

martin_mettica_joyas dijo...

No me imaginaba que terminaba así la historia. Qué bajón, como a veces la gente pasa de ser un loquito copado a un loco de mierda digno de internar.
Me dejó pensando.
Saludos.
Andrea