Les manda saludos Víctor

Casi no cuento el cuento.

Estar medio dormida impidió que viera la luz e inevitablemente, de curiosa nomás, la siguiera.

Estuve a esto de canjear a Orlando (el encargado del edificio donde trabajo) por San Pedro. Grosso.

Mayo es el mes de mi nacimiento; el día 18 es el día posta en el cual nací (agenden así me saludan), pero voy a decretar el 12 como la fecha en la cual no morí. Destino, azar, azahar...

Como todos los días, bajé de mi querido 59 en el Hospital Rivadavia, crucé la avenida y me dispuse a caminar por la cuadra habitual, en cuya esquina están construyendo algo. No sé por qué, extrañamente, crucé para continuar mi camino por la otra vereda. Estando enfrente sentí un fuerte ruido del lado izquierdo, se habían caído unas maderas o cosas, no sé bien qué era... Pero estaban tiradas por el lugar donde yo acostumbro caminar.

Ohhh, alabado sea ------ (complete a su gusto y/o semejanza)!!!

Qué loco si hubiera muerto, no? Ustedes tal vez hubiesen escuchado la noticia sobre una chica que murió aplastada por un escombro cuando pasaba por una obra en construcción. Quizá hubiesen pensado, "qué mala suerte! Pobre piba...", y sin saber que esa muchachita era yo, Carolina.

La gente mayor hubiese acotado, "ayy, pobre chiquita... iba al trabajo y la atravesó una madera. Mirá la cara de buena que tenía".

Personas de mi ciudad que seguramente ni me conocían: "Ufff, esta piba era una joya... un pan de dios... una santa... Yo la conocí, sí, un tesoro, eh".

Unos cuantos más hubiesen suspirado, "Nooo, hace tres semanas pasé por ahí!!! Podría haberme caído a mí!!!", o tal vez, "Pst!! Hoy a esa hora iba por Pueyrredón y Arenales, mirá si pasaba justo por ahí????", "Yo una vez caminé por una vereda donde estaban construyendo no sé qué, mirá si se caía algo...", y así ad eternum, una infinidad de supuestos cada vez más alejados de un peligro real. Pero se ve que a la gente le gusta, la complace o la tranquiliza, imaginar que "zafaron" de terribles destinos.

Si se cae un avión, agradecen al cielo ya que estuvieron cerca de morir, ellos habían viajado por la misma aerolínea tres meses antes... qué calamidad!!!! Llaman y le cuentan a todos sus conocidos, incluso, los más osados, se comunican a la radio y cuentan su anécdota.

Ahora pienso... yo, que nunca pisé un avión, estuve a la misma distancia de formar parte de esa tragedia que uno que había viajado cinco semanas antes a otro lado, o sea, recontra lejos!! So???? Qué onda??? Paremos con el morbo, che!!!

Igual yo hoy estuve así, así de cerca de morir, por eso lo festejo.

Los dejo porque tengo que llamar a la radio.

Besiiiiiiii!!!