jueves, 15 de noviembre de 2007

Te va a llevar puesto el camión de caudales, infeliz!!!


Cuando la nube de miedo, frío y silencio contamine tu ser y ensombrezca tu alma... Cuando no haya crucifijos de madera, cintitas rojas, ekekos, Gauchito Gil, difunta correa, algo nuevo, algo usado, algo prestado y algo azul...

Nuevo Libro de Autoayuda: "Juntos, pero no revueltos, para un mundo mejor".

En algún momento les hablé, o los anoticié, más bien, sobre la personalidad de la gente conforme al medio de transporte utilizado.

Como un regalito les entrego el capítulo 8 inc. 61: "Cómo movernos en microcentro?".

Ay, ay, ay, amigos, una regla fundamental es la dirección. No me refiero solamente a la dirección a la cual nos dirigimos, sin la cual vagaríamos por toda la eternidad en una sola hoja (si no en un cuadrante) de la Guía T. No, en esta oportunidad me refiero a la dirección EN la cual nos dirigimos.
Yo propongo, exijo, controlo y peno de ser necesario: Será de dios que la gente en microcentro no se da cuenta que, al ser las veredas tamaño Barbie, es fundamental para la supervivencia que los que caminen en sentido contrario a los autos vayan por la mitad de la vereda que da a la calle, tan difícil es darse cuenta de esto????

Menos mal que hice esta biblia para que podamos convivir en paz en este loco mundo. Más adelante les pasaré nuevos capítulos. Imperdible el 5: caminata automática.

Caro, un ruiseñor en la capital... un oasis en este desierto... una medialuna para tu café con leche... un Robin para tu Batman... un Mateyco para tu Mar del Plata...


miércoles, 14 de noviembre de 2007

Quién quiere la meme?????

Antes de arrancar con esto les cuento que finalmente no he muerto.
Sigo aquí vivita y coleando, ya sin dolor, con muchas horas invertidas en la cama, fiebre, varios miligramos de ibuprofeno encima y algún que otro beso de Roberto que se ofreció a cuidarme.

Esta tarea para el hogar que me encomendó Natu consiste en poner ocho cosas sobre algo... así de vaga es la descripción, y después debo pasársela a ocho personas más. Es como si fuera el juego ese que se hacía con los billetes sólo que acorde a la época cibernética en que vivimos.
Recuerdo que cuando recibía un papel de tantos australes con la inscripción que te metía sin que vos quisieras en una cadena era un suplicio, no me gustaba tener que escribir ponele diez billetes más, pero temía que, de no hacerlo, todas las desgracias recaerían en mí. La vida parece demostrarme que he cortado con varias de esas cadenas y al día de hoy sufro las consecuencias... buaajaja!

1- Una puteada: "chu-pa-la", así, separadito en sílabas.

2- Anoche soñé que en Radio Metro no sé qué pasaba que no había nadie para hacer los programas por un día. Entonces iba yo con una amiga y hacíamos todos (TODOS) los programas, arrancando con el de Peña, pasando por Andy y Matías, terminando con el de Wainraich y Julieta Luciana Pink. Pero lo más raro es que soñé con el pitufo gruñón del Brujo. Desaparecía de una vez.
Pero, si hablamos de sueños raros, recuerdo uno que tuve el año pasado. El tema onírico era el siguiente, mis padres se casaban por segunda vez por iglesia, mi madre con el tradicional vestido blanco y mi padre con un impecable traje negro.
"Estamos aquí reunidos... bla, bla... acepta a esta mujer... bla, bla... los anillos... bla, bla... podemos ir en paz, bla, bla..."
Fin de la ceremonia. Dan la vuelta y recorren el caminito del medio para salir a festejar, son seguidos, por supuesto, por los padrinos y toda la gente que se suma a esa salida central. Yo estoy viendo todo desde el costado, como si estuviera filmando la situación. En eso, la cámara como que empieza a bajar y se ven las piernas de las personas que están saliendo, y ahora viene lo raro... las piernas se convierten en morrones verdes, rojos y amarillos, cortados en juliana, que siguen caminando.

3- Siempre fue un esfuerzo terrible para mí jugar al "Asesino", no sé guiñar los ojos. Pero chiflo que es una maravilla.

4- Soy de bajo mantenimiento.

5- No vi: ninguna de La guerra de las galaxias, ni de El hombre araña, ni El padrino, entre otros clásicos.

6- Una vez estuve en la 12.

7- Cuando lloro siempre me miro al espejo.

8- "...me prestaste un beso,
me prestaste calma,
me prestaste todo lo que me faltaba.
Tenés la receta justa para hacerme sonreír,
y todo el tiempo sabés lo que me asusta,
sabés lo que me gusta estar con vos..."

Puf, esto de poner así cosas sueltas se pone bueno! Podría poner cientos de cosas...

Ahí va este billete escrito para estos amigos bloggeros...

Tom
Pol
Horacio
Juano
Brujo
Ana
The Bug
Colores

Y pondría a todos los de mi lista... pero bueh...
Ah, es muy probable que estén re mal los links, sepan comprender...

Update: no les dejé a todos el mensaje, me cansé. Si entran por acá lo ven y responden.
Esto sería para un punto 9, soy extremadamente inconstante.


lunes, 12 de noviembre de 2007

Snif, snif... buaaaaa!!!!!


Arrancar la semana con dolor de ovarios no está bueno.

Menos bueno está cuando ese dolor al cabo de media hora se expande a todo lo que tenés adentro.

Por dios... qué dolor...



Update: quince minutos después al dolor le sumamos frío, mucho frío... chuchos acasusos de frío...

martes, 6 de noviembre de 2007

Anexo del anterior. Agravantes.

No contenta con ser impuntual, soy mentirosa.

O sea, a ver si me entienden... No mentirosa de las malas, de las que querrían hacer daño o sacar provecho a costa de otro. Sólo que deformo un poco la realidad, bah, miento... Ok, denme 100 latigazos o tírenme a la hoguera, cuélguenme en la Plaza, córtenme las manos, hagan lo que quieran... Sí, señor Juez, soy culpable.

Todos saben que soy extremadamente impuntual, es por eso que si quedamos en encontrarnos, supongamos, a las 18hs, media hora antes arrancan los llamados, y así cada diez minutos, para ver en qué estoy.
Es altamente probable que a las 17:30hs yo esté mirando tele o el techo, aún sin bañarme, perdida en dios sabe qué mundo (aclaro que no me drogo). Quince minutos antes entro a bañarme tranquila, luego me pruebo la ropa a usar, me fumo un cigarrillo, hago un zapping, y demases...

El tema es que no importa en qué momento de esa media hora me llamen, siempre responderé "estoy saliendo". Incluso a veces salgo al balconcito para que se escuche ruido a calle y así poder decir "estoy en camino".

Esto hace que me odien más quienes me esperan. Porque saben que es mentira.

viernes, 2 de noviembre de 2007

La importancia de un minuto...

Esto servirá para darles una mínima idea acerca de mi impuntualidad y despiste.
Como buena Carolina que soy, tengo tiempos diferentes... el tema es que me tomé muy en serio esto de "ser esperada", y pasé a ser "abandonada, puteada y maltratada", atravesé esa delgada línea entre lo tolerable y la falta de respeto.
Pero bueno, realmente no lo puedo evitar... Juro que intento, pero no hay caso.

El sábado pasado viajaba rumbo a mis pagos por el tema este de las elecciones. Mi servicio salía a las 19:20hs, yo a las 18hs quedaba libre en San Telmo (o sea, para nada lejos), pero bueno, la señorita prefirió tomarse una cerveza con los compañeritos... A las 19:18 hs llegué en subte a retiro, corrí deseperada, o por lo menos todo lo que permitían mi sandalias, atravesé puestitos, esquivé taxis, gente, perros, era como estar en un videojuego!
A las 19:21 hs, arribo a la bendita plataforma. Nada. El que se anunciaba a donde yo iba, no estaba. Como una ilusa pensé que tal vez aún no había llegado... jajajaja!!! jajajaja!!!
Nooooo tontita!!! Nooooo!!!!
Mi colectivo se había ido.

No es la primera vez que esto me sucede... Me encontré una vez más en Liniers, en esta oportunidad riéndome desencajadamente; la vez anterior lloraba cual niña perdida en playa brasilera, era 31 de diciembre y temía pasar sola año nuevo, eran las siete de la mañana y estaba en ese estado intermedio entre borracha y con resaca.
Pero esta vez no, me causó mucha gracia, aunque parezca raro, sobre todo porque sé que no será mi último encuentro con ese tipo de situaciones.

Lo importante de esto no es la anéctdota en sí, que no tiene ningún tipo de condimentos tales como tiroteos, robos, persecuciones, más tiros, jirafas o globos aerostáticos que la haría mucho más entretenida.

Lo que me importa de acá es esto de saber que hay cosas que son evitables, como llegar tarde o ser atropellado, pero uno no puede, por una fuerza mucho mayor transmitida desde el más allá, dejar de hacer lo opuesto.

Cuando cruzo la calle, suelo bajar el cordón, avanzar un par de metros y recién ahí miro a ver si viene algo; lo grave es que la mayoría de las veces miro para el lado contrario. Cruzo en diagonal, cuando está titilando el tipito para mi es un claro "avance, loca", no presto atención a las señas que pueda hacerme la gente...
Recuerdo una vez que unos señores me hacían señales raras con las manos mientras cruzaba la calle, yo seguí como si nada... En el medio de la cruzada me doy cuenta que está haciendo mucho calor, siento calor en mis pies, mucho calor (como cuando te vas a desmayar que te sube ese calor por los pies), y algo raro en mis sandalias, como un pegoteo...

Claaaaaaro!!!! Estaban asfaltando y yo me metí en el medio!!!!

Te vas a derretir bombón!!