jueves, 16 de diciembre de 2010

Adicciones


Dos años.

24 meses.

730 días.

Bueno, si somos muy exactos diría que fueron 729 días... una no es de hierro...

Era la noche del día 15 de diciembre, comienzos del 16 cuando apagué aquel cigarrillo. Un lucky strike que sabía delicioso, con un suave humo que acarició mi garganta e inundó mis pulmones por última vez, quizá lo más placentero se debía que era consciente de que era el fin de mi adicción. Como una relación que se termina antes de lo que quisieras y das ese que sabés es el último beso.
Si seguimos siendo muy exactos diría que no fue el fin de mi adicción sino de escucharla y hacerle caso, de responder a sus pedidos impostergables de nicotina y a sus gritos implorando que sostuviera el cilindro maldito entre mis dedos*.
Después de dos años puedo asegurar y firmar donde quieran, apostando toda mi fortuna, claro, que no es la nicotina. No señor.

La primer semana pudo haber sido. Era una sensación de ahogo -una paradoja increíble, dejo de fumar para aclarar mi voz y no ahogarme, entre otras cosas, y me ahogo- constante. A veces ese ahogo lograba salir de mi cuerpo y lloraba como una loca desesperada; me temblaban las manos, se aceleraba mi corazón y hervía de nervios cada día.
Leía cuanta página y foro hubiera, leía todas las recomendaciones sobre qué hacer cuando era atacada por la urgencia de fumar un cigarrillo de dos metros. Qué hacía con esas ganas? Unas ganas tamaño oso polar, ojo.


Ok, caminar. Las ganas seguían intactas.
Tomar agua. A los pocos días de dejar, tuve una fiesta en mi propia casa. Debo haber tomado más agua en dos horas que lo que se bebe en una semana. Terminé la mayor parte de la fiestita en el baño, y mientras hacía pis el oso polar seguía cagándose de risa en mis hombros.
Respirar profundo. Yo le agregué imaginar que con cada respiración se da una pitada. Funciona bastante, la verdad, no es lo mismo, obvio, pero tranquiliza bastante.

Así fue pasando el tiempo. No sé cuándo sucedió que me fui olvidando de los lucky... sólo a veces me vuelve esa desesperación que me hace llorar otra vez como una loca, o desperar angustiada luego de un sueño en el cual fumaba tranquilamente.

Tuve un pequeño desliz hace un par de meses, dos pitadas habrán sido. Por suerte me ahogué y tosí cual principiante, si no no estaría enviando este mail, estaría fumando en la vereda del trabajo.
Dos años han pasado... no lo puedo creer!!!! Las ganas no se van pero ahora es mucho más fácil resistirme. No fue así con mi ex novio. No sólo no pude resistirme sino que vivo con él. Ojalá tarde muchos años mi mente en jugarme una treta psicológica que diga que si con mi ex me fue bien tal vez pueda irme bien si vuelvo a las andadas tabacales...

Ahhh, y un mensaje a todos lo que te recalcan la importancia de recuperar el gusto y el olfato: "cúrtanse! ustedes dónde viven? en los campos de jazmines de Glade??? Acá hay una olor horrible!"





* Tal como ese deseo por ese que te dejó antes de tiempo y morís por enviarle aunque sea un mensaje de texto. Es increíble la analogía!!! Dejar de fumar es como extrañar a un ex novio que te hacía sufrir... sabés que te hace mal, no conduce a ningún lado, pero no podés evitar caer en la tentación.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Alto ahí

Qué locura es a veces todo, qué injusto puede ser el mundo y qué idiotas nosotros al no darnos cuenta de lo que en verdad importa.
Hoy estoy en un trabajo que no me gusta, paso 7 horas haciendo algo que no es lo mío, que no me nutre, que no me hace crecer, sólo me mantiene adormecida gran parte del día de las cosas qué si interesan.
Pero bueno, me lo banco porque es un medio para un fin. Este trabajo me permite tener tiempo para hacer eso otro que sí amo y haría gratis toda mi vida. Cuán feliz sería si pudiera vivir de eso...
Pero todavía no, sé que llegará en algún momento, no aún.
Y sigo, remo, remo y remo más cuando la corriente se pone pesada. Hay días en los que creo que todo es al pedo... pero como yo soy "la optimista" no me permito bajar los brazos. Y sigo.
Vuelvo a dudar, me vienen ganas irrefrenable de fumar otra vez.
Me banco esas ganas, tomo fuerzas y sigo.
Me pongo feliz porque tengo ya 21 días de vacaciones. Pienso en la felicidad que eso me da y siento pena por mí... por tarada.
Más ganas de fumar.
Voy a actuar y me olvido de todo. Del cigarrillo, de la oficina, de las dietas, la ropa que hay que lavar. Soy feliz. No me importa no tener un fin de semana libre, pasarme la tarde del domingo encerrada en una sala ensayo, no recibir un mango. Es como un tiempo suspendido, no necesito nada más; es un poco como estar enamorada, no te das cuenta del paso del tiempo ni de nada.
Y me da energía para arrancar la semana, porque además sé que jueves y domingos tengo mi lugar, mi momento, el ensayo.
Después vuelvo a la realidad.
Quiero fumar.
Quiero agarrar mis cosas y cual Chavo del ocho con su palito y la bolsa en la punta irme lejos de la vecindad. El tema es que el pobre Rober se va a acalambrar si tiene que viajar en la bolsita... porque me lo llevaría, claro! A recorrer Latinoamérica. Lo pienso y me aparecen las mariposas en la panza.
Hace unos años lo íbamos a cumplir con una amiga pero bueno, por laburo no se pudo. Yo no tenía ningún tipo de inconveniente en largar todo, ella estaba laburando de algo que sí le gustaba y donde quería continuar. No me animé a irme sola.
Pienso que el tema no era el viaje en sí, tengo que recorrer Latinoamérica en mí, viajar dentro de mí. Pero en realidad yo lo que quiero es fumar.
No, me aguanto. Tanto esfuerzo... dos años casi han pasado desde que dejé el cigarrillo. Sería una pena volver ahora.
Me entero de niños que se enferman y me pongo triste; de gente buena que está sufriendo que no se lo merece ni un poco y se me astilla el alma. A veces, por suerte muy pocas veces, me pongo a pensar que cada vez pasan más cosas feas a gente cercana, como que al hacerse grande uno se arrima un poco a estas cosas. Abuelos que se van, padres que se van... Y me pongo mal. Y quiero fumar.
Gracias a la vida soy optimista. Y sigo.
Pero hoy no es un buen día, es un día de mierda. Quiero fumar.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ingredientes

En toda oficina de la administración pública -comúnmente denominados "estatales"- siempre hay:
Una mujer con chal. Siempre. Independientemente del clima, presencia o no de aire acondicionado, ventilador o abanico. El chal tendrá, preferentemente, alguna tonalidad beige y no aprueba ninguna competición de combinación de colores, Tim Gun se retuerce ahí en Home & Health.

Una mujer que toma el té con el saquito dentro de la taza. Una incomodidad total.

Dos jóvenes con caras de ligeritas, facilongas o llamando a las cosas por su nombre, con perdón de la expresión, putas.

Archívese. Y vuelva mañana que le falta presentar el formulario 3285/b-w5482137911¨¨¨¨ç.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El tarro de azafrán


Alguna vez probablemente les he mencionado ya mis problemas atencionales; no lo recuerdo bien y no me voy a poner a buscar en cada entrada, porque además soy vaga.
Puedo ver tele sin mirar realmente, lo mismo sucede con la radio y con cualquier cosa que involucre mis sentidos.
Así he logrado cosas maravillosas a lo largo de mi vida, la gran mayoría inútiles. Una de ellas es que tengo todo prendido, radio + tele + compu y no me molesta. La que sí fue de mucha ayuda es la capacidad de abstracción que deriva de mi déficit de atención. Recuerdo que cuando estaba en la facultad y tipeaba algún trabajo podía escribir lo que me dictaran a mi oído derecho mientras escuchaba el partido de fútbol por el otro oído. Y lo raro es que no tenía idea respecto de lo que me iban diciendo, la comprensión iba sólo a la radio.

Un efecto colateral a todo esto es que muchas de las noticias yo no me las entero. Tal vez las escuche pero no las procesa mi mente y pasan de largo, mi atención es como un colador con orificios gigantes. Tal es así que no sabía quién era el Pulpo Paul. Roberto cree que tengo un problema grave.
El viernes estaba mi mamá viendo el video de "Y Candela?", recién ahí me enteré quién era realmente, yo pensaba que esa chica era su novia...

Así como me pierdo estas pavadas, me pregunto cuántas cosas habrá que no sé...



miércoles, 6 de octubre de 2010

División celular

El mundo debería dividirse entre los que prefieren la sandía y aquellos que prefieren el melón.

No tengo nada pensado al respecto, pero considero que alguien sí debería hacerlo.



A vuelo de pájaro nomás podría verse que si a una la combinás con vino, según los entendidos, te morís*; la otra sin embargo es un trago rico, según los no entendidos en este caso.
La sandía es más barata, te mancha fulero, molestan las semillas y se come en cantidad.
El melón es caro, si mancha no se ve, se puede comer con jamón crudo y se come poquito, estimo yo que es porque el jamón crudo es caro...

A mí me gustan los dos, pero si tengo que elegir, hasta la tumba la sandía. Cosa que pronto sucederá si sigo comiendo en las cantidades que lo hago... en cualquier momento me revienta la vejiga o me mata Roberto porque me levanto por las noches a cada rato a hacer pis.



*Calculo yo, y no quiero con esto ofender a los entendidos, que el tema son las cantidades. Si te bajás 5 damajuanas de todas formas ibas a morir, y si te bajás una sandía también el final se vislumbraba ya.

viernes, 1 de octubre de 2010

Suerte

Recuerdo que cuando estudiante (ahora ya una profesional consagrada, abandónica y con el título dios vaya a saber dónde) me molestaba mucho que el común de la gente con tono misterioso, como si lo que fuera a revelar fuera importante, me dijera. "ayyyy, estudiás psicología!!! Soñé con un conejo anoche que era rayado y tenía la cara de mi papá... qué significa????".
Ahí, luego de un revoleo de ojos, un revoltijo de estómago y un par de muecas que denotaban mi estado de desequilibrio ante semejante estupidez, respondía:
"Sabés qué pasa, en la facultad no nos dan un librito donde dice cada cosa que puedas soñar con su respectivo significado..."
Sintiendo como si Freud estuviera acunándome con una mirada cargada de orgullo, arremetía, "tiene que ver con muchas cosas, no es algo suelto... hay un contexto, una construcción que hacer."

Siempre fue algo que me molestó terriblemente el que nos trataran como si tuviéramos un lector bajo la epidermis (se me ocurrieron lugares del cuerpo mucho menos elegantes...) que nos permitiera traducir símbolos oníricos en cosas concretas. O mismo el don de la adivinación.

Pero pasado el tiempo me doy cuenta de que hubiera sido mucho más divertido en vez de invertir tiempo y saliva en esta explicación, explayarme en una linda interpretación de los sueños express. Entonces ante esa revelación podría haber respondido, "uff, mmm, jodido... mmmm, yo lo que veo ahí es, claramente, un edipo no resuelto*, tu viejo representa ese conejo, y qué animal uno asocia más con el acto sexual que el conejo? eh? Ninguno. Y vos tenés remeras rayadas, no? Bueh, ahí está. Hacete ver".

Fuerte, muy fuerte. Pero efectivo. Al menos esa persona nunca más va a preguntarte nada, es más, tal vez tengas suerte de verla nunca más.

Siguiendo con los sueños que, evidentemente, aquí no se hacen realidad...
El miércoles por la tarde me enteré de la muerte de un señor al cual le pagaba el alquiler de la oficina cada mes. Por la noche (mi inconsciente es a veces bastante claro) soñe que Don Sotto me hablaba. No hace falta explicar demasiado que muchas personas, incluida mi madre, me dijeron que le jugara al 48, "il morto qui parla".
Qué tal si este buen hombre me estaba dando una señal? Fui a la vuelta del laburo ayer por la tarde a jugarle al número en cuestión.

Hay tantas opciones para sorteos como números, sépanlo. Hoy resulta que absolutamente todos saben que cuando le jugás a un número hay que jugarle hasta en el sorteo de Mercurio de las 3 de la mañana. Yo no lo sabía. Le jugué a la vespertina nacional y provincia; a la cabeza, según supe después. Salió tercero y noveno en la provincial de la vespertina. A la cabeza en la nocturna.

Hoy pienso cuán útil hubiera sido que en la facultad efectivamente entregaran un manual para interpretar sueños. Cuán útil hubiera sido que Don Sotto directamente me dijera cuándo jugar. Cuán útil hubiera sido que todos contaran lo que saben de quiniela en vez de guardárselo como un tesoro.

Cómo no supe interpretarlo????? El viejo Sotto estaba bronceado al máximo en mi sueño, como una pasa de uva, pasa de uva negra, color negro, negro, negro, noche. Me caigo y me levanto.



*Siempre utilizar el término edipo, y si es no resuelto, mejor aún. Hacer muchas muecas con la boca de lado a lado, abrir y entrecerrar ojos en señal de búsqueda de archivo mental.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Amaicha del Valle (agregado) de Catamarca


Me contaste que vestía jeans, remerita blanca, campera de hilo celeste y botas negras. Caminaba envuelta en un estilo naïf que poco me representa, y más aún en esa época.
No sé qué lucías vos ese día que nos conocimos en los pasillos de la facultad... la observadora, claramente, no soy yo. Puedo ir a un casamiento y sólo recordar cómo máximo detalle que el vestido de la novia era blanco.

Dos personitas con pasados a veces no tan felices, de futuro un tanto incierto y presente entre fotocopias y guías T. Dos almas que se eligieron a primera vista y nunca más pudieron, ni quisieron, separarse.


Cuando uno se pone a pensar qué hubiera pasado si no hubiésemos asistido a determinados lugares, surge la pregunta de si hubiésemos conocido a las personas que hoy tenemos a nuestro lado en alguna otra circunstacia. Yo creo qué sí. El destino, Dios, Ala, quién sea, logra o facilita que las cosas sucedan de forma tal que las fichas que tienen que cruzarse lo hagan.
Así fue en este caso. Crecimos en diferentes ciudades, incluso en provincias ni siquiera limítrofes. Pero la facultad nos encontró y supimos escuchar que no nos íbamos a soltar.

Esto que parece la historia de amor de una pareja, es la historia del amor de dos amigas. Porque la amistad es amor, y un amor mucho más puro, podrán haber celos pero no la posesividad y exlusividad de dos amantes. Si no hablás con un amigo por una semana está todo bien, si tu novio no te llama dos días creés que ya no te ama como antes o que algo le pasa.

Ella fue y es mi sostén, yo soy su sostén; fue y es mi faro, yo para ella también.
Es una de las personas que me conoce tal como soy, con todas mis mierdas, los malos recuerdos, mis anhelos, mis sueños. Conoce mis miradas, mis silencios, mis sonrisas.
Me acompaña en cada paso que doy desde allá lejos, es siempre la primera en la fila en cada función aunque esté a más de 1000 kilómetros de distancia, es en quien pienso cuando me pasa algo hermoso o cuando estoy triste, y a quien extraño en lo cotidiano.

Es inevitable que me caigan las lágrimas cuando pienso que tal vez nunca más vivamos en la misma ciudad y no podamos compartir cuantas veces quisiera de una caminata agarradas del brazo como las viejas.

Y aunque a veces sienta que es como vivir con un pedazo de mí en la lejanía, es lo más lindo del mundo tener una persona así en algún lugar.
Ya hace más de dos años que vivís en Neuquén, y no, nada cambió, nunca dejo de extrañarte.

Yo más. Yo más!

martes, 7 de septiembre de 2010

Perdón por la descarga... pero bue...


Estoy hasta acá, hasta acá (señalándome con la mano derecha la frente de forma firme y cargada de nervios) que por mis horarios de trabajo distintos, por llamarlos de alguna manera, se crea que tengo un montón de tiempo libre.

Mi trabajo de oficina, el que se ve que es el único que vale porque si hacés tres mil cosas más pero no te pagan parece ser que no es trabajo, se extiende de 9 a 16 hs. Una vez que salgo de ahí comienza mi trabajo invisible, invisible de dinero, los ensayos. Estos pueden ser en día de semana, los sábados o incluso los domingos en un horario que te corta bien la tarde.

Entonces la próxima vez que alguien me diga, "aaaay, vos que tenés más tiempo* por qué no...?" ya tengo lista mi respuesta:
Y vos por qué no te vas a hacer una video colonoscopía si no podés cerrar un poco el or**???




*Como si mi día tuviera 32 horas y no 24...


viernes, 27 de agosto de 2010

La Casa

Titi

La Casa, si bien hogar, se parecía más bien a ilustraciones del DSM IV.
Trastornos de personalidad en cada piso, alto índice de intentos de suicidio con uno logrado y una gran cantidad de psicotrópicos recetadas.
Loco y todo, fue el lugar donde más atención recibí de los vecinos, todos con buena onda, nos sabíamos los nombres de todos, alguna que otra fecha de cumpleaños y a qué se dedicaba cada uno*. Si tocaban timbre abajo de casa ya sabía yo que no iban a encontrar casi nunca a nadie, ya que su inquilina era azafata.


Mariana, la chica que vivía donde alguna vez estuvo Marito, me tocó timbre algunas veces para que le prendiera el vestido, por ejemplo.

Éramos una gran familia. La familia Adams, claro.

Pero ella era la reina de la colmena, la abuela de todos y cada uno, atenta a los detalles, a cada fecha. Tenía todo eso que necesitás a horas desubicadas, o esas cosas que no vas a tener en tu casa.
Escalerita? Sí
Escalera alta? Sí
Lustradora? Sí

Vivía con Damián, un gato siamés más malo que el demonio, metido como pocos y caradura a más no poder. Si dejabas abierta la puerta de tu casa, entraba como si nada. Me parece que se creía el dueño del edificio. A veces se escapaba de su dueña y pululaba por las escaleras refregándose contra las paredes. Quizás fuera la reencarnación de un ex vecino...

Titi estaba un poco loca, no vamos a negarlo. No una loca de remate, no una loca mala ni una loca de decir pavadas, no. Estaba como desequilibrada, descalibrada como una balanza vieja.
A veces estaba feliz y me tiraba cartitas por debajo de la puerta con mensajes cargados de cariño. Otras tantas la escuchaba cuando salía de mi casa lamentándose; recuerdo una vez que tuve que llamar a un cerrajero porque se había caído al lado de la puerta y no podía levantarse para abrirla, ni pasarme la llave por debajo para abrirle yo;creo que había tomado varias pastillas (como otras tantas veces, según me contó).
No sé por qué los vecinos me hacían testigo de sus intentos de suicicio... Tendré cara de confiable, serán mis anteojos de psicóloga...
No sé qué habrá sido de su vida, después de mudarme nunca más la fui a visitar. A veces paso por el edificio y están todas las persianas siempre bajas de todos los departamentos, algo raro, no? No hay más plantas en los balcones, está como sin vida.

A veces llego a pensar que ya no vive nadie ahí. O que tal vez fue todo una irrealidad, algo que imaginé... O por ahí lograron todos juntos su cometido y emprendieron el viaje al más allá gracias a un suicidio masivo.




*Ok, era un edificio pequeño, pero de todas formas eso no se da siempre.




jueves, 12 de agosto de 2010

Nosotros no somos de esos...


Hace algo más de un año y medio Roberto, mi novio, me proponía que viviéramos juntos. Tantas novelas, tantos años de Luisa Kuliok, Andrea del Boca y, por qué no Thalía, han hecho estragos en mi ser...

Al mes estaba mudada a su casa, y un tiempo después comenzamos a buscar un lugar que fuera elegido por los dos para arrancar de cero.

Después de recorrer varias inmobiliarias y decenas de avisos del diario encontramos ese lugar. Porque es así, entrás y sabés que es "el" lugar, una extraña sensación de que no lo encontraste vos sino que fue la casa quien te encontró verdaderamente.

"Ya está arreglado esto, en la semana lo vienen a pintar así que cuando se muden ya va a estar listo", respondieron a nuestra pregunta.
Ni siquiera esa pequeña mancha en el techo no nos hizo dubitar. Era nuestro hogar.

Al mudarnos semanas después, mediados de mayo, no se había solucionado ese problema porque ahora parecía ser que aún no se había secado completamente.
Nunca se secó. Es más, tres meses pasaron hasta que parte del techo cayera sobre la mesa y la netbook nueva. No íbamos a reclamar, obviamente, porque nuestra mesa ya no se viera impecable como antes y porque la netbook tuviera una mueca...

Nosotros no somos de esos.

Por suerte a los pocos días ya no vimos más el cielo desde nuestro living, lo taparon con un bollo de papel de diario.
Recordábamos nuestra mala suerte cada vez que ingresábamos al hogar y veíamos la "carcaza" del edificio; una suerte de ta-te-tí de hierro decoraba nuestro living.

Era un poco más desgastante cuando llovía. Ahí sí que se ponía difícil... Volver cansado y bajo la lluvia a tu casa después de una jornada laboral pensando que no tuviste la precaución de observar el pronóstico del clima y no dejaste un balde ni trapos de piso, da bronca.

Ante las afirmaciones de nuestros amigos que conocían la casa, "No pagan el alquiler, no?", surgía la misma respuesta de nuestra parte, "claro que pagamos".
Nosotros no somos de esos...

La mala suerte parecía no dejar de posarse sobre nuestras cabezas, y más específicamente sobre nuestro pisoteado nidito de amor.

Arrancamos el nuevo año con una sorpresa: la pared de nuestra habitación comenzó con una pequeña mancha de humedad que se extendía día a día un poco más.

Volviendo al living...

Seis meses después disfrutábamos de los calurosos días de febrero, sin solución, sin techo, sin resarcimiento económico, Decidimos pedir lo que considerábamos que correspondía ante tamaña situación. Todo se habla siempre de frente, así nos enseñaron al menos.
Yo particularmente no estaba de acuerdo con el importe ni con los meses que pensaban abarcar para la quita de alquiler. Trescientos pesos me parecía un tanto poco por tener un techo roto y la casa impresentable. Y encima por un problema que databa de un par de años sin solución alguna, al menos eso nos relataron los vecinos. Existían, por tanto, altas probabilidades de que la filtración no se hubiera arreglado, como tantas veces antes.

Convenimos que la quita sería hasta que estuviera todo en perfecto estado, cemento, yeso y pintura. Y cuatro meses más que serían retroactivos al momento cero (que en verdad eran 6, pero bueno... somos tan buenos que compartimos el garrón!).

"Deberíamos pedir ya una quita por esto de la habitación, mi amor", dije yo. "Me parece mucho... ya pedimos por lo del techo, no da".

Claro, nosotros no somos de esos...

Luego de varias cartas documento enviadas por la administradora de nuestro departamento a la adminstración del edificio lindero, vinieron a ver qué pasaba. Veredicto: esto ya está solucionado.
Algo a destacar durante este año ha sido la tenacidad con la cual Marian (la representante del dueño) se ha desempeñado. Siempre movió cielo y tierra para que se solucionaran los problemas. Lamentablemente y muy a su pesar, no lograba que nuestra casa volviera a ser decente.

En el mes de mayo tuvimos que mudarnos de habitación. La humedad se había hecho dueña de toda la pared. Asímismo otros seres vivos; colonias de hongos compartían nuestro cuarto.

Hacia fines de junio comenzamos a pasar la ropa de Rober que estaba en el cuartito del horror al otro del medio. El olor a pescado podrido, aroma característico del yeso que se pudre, se adueñó de todo a su paso.

Nos pareció en vano, una vez más, enviar una carta documento. Si ya todos sabíamos todo lo que sucedía...

Claro está que desde hace un mes estamos buscando nuevo lugar para vivir. Desconfiando ahora cada vez que entramos a ver un lugar, con la ilusión hecha trizas del nido de amor. El contraste entre la novelita rosa y la realidad es letal.

Nueva reunión con la administradora del depto.

Nuestro pedido: no pagar el mes de agosto, ni alquiler ni expensas; recuperar el depósito completo ya que no nos vamos porque queremos sino porque es inhabitable el lugar y, como resarcimiento o más bien aliciente, lo que sería un depósito extra, $1400.

La respuesta fue no. No a este resarcimiento mínimo que estamos pidiendo, en vez de $1400 ofrecen $1000. Parece más como un querer quedarse con la última palabra...

La diferencia de la que hablamos son cuatrocientos pesos. Cuatrocientos pesos que tranquilamente van a ser gastados en la tintorería cuando tengamos que recuperar la ropa de Roberto, los trajes y sweaters delicados no los puedo meter al lavarropas... tampoco las colchas, frazadas y demás ropa que guardábamos en esa habitación.

Ellos no consideran justo el reclamo.


Me acuerdo y me mato de risa...


Reclamar?? Qué más vamos a reclamar?



No, si nosotros no somos de esos...
 



viernes, 16 de julio de 2010

Necesito asilo...


Cuando escuchás que alguien le habla a las plantas para que crezcan lindas y saludables, vos mirás con cara rara. Pero bueno, es un ser vivo, podría llegar a recibir ese mensaje y mostrar sus mejores hojas y flores...

Ya pasó a castaño oscuro cuando Graciela Alfano, si mal no recuerdo, contó por algún programa que le hablaba a las tostadas y demás alimentos para que no la engordaran (como si fuera una cuestión de voluntad del alimento y no de las calorías, hidratos y grasas que contiene).

Pero vos sabés que los objetos inanimados, o los lugares, sí pueden escucharte? Es más, tienen sentimientos. Pueden quererte y demostrártelo de infinitas maneras.

También pueden odiarte. En mi casa, por ejemplo, al tiempito de mudarme brotó humedad en el techo del living como cuando dejás una papa en la mesada un par de días. Aunque creo que más que brotar, el agua directamente manaba; y se cayó parte del techo, los días de lluvia era re lindo ver dos baldes, ollas, y toallas en el piso.

Otro día, apareció la humedad en la pared de la habitación. Comenzó con algo chiquito, hoy abarca toda la pared.

Cuando nos mudamos de cuarto para evitar que el monstruo de la humedad nos atacara y violara en sueños, éste nos hizo pito catalán y se hizo presente también en la nueva guarida.

El día domingo, el vecino del local de al lado del edificio se puso a taladrar para hacer algunas reformas. Taladró un caño. El del gas.

En qué departamento hay pérdida????

5º A y 7º A.

Yo en cuál vivo?????

7º A.

Conclusión: mi casa me odia y quiere que me vaya.
Por suerte no está tan fresco como para necesitar prender un calefactor o cocinar un guiso bien caliente...

Update al día lunes: llegué después del gimnasio a mi hogar y no había luz. Siete pisos por escalera. Haber sabido, no iba al gimnasio...
Noche romántica a la luz de las velas; en vez de ver tele, jugamos con Rober al estanciero.
A la madrugada volvió la luz.

Update al día jueves: en mi casa hay olor a pescado podrido. Hoy viernes estuve olfateando para ver de dónde podía salir... Si no estoy loca ni con alucinaciones olfativas, el aroma brota de una hendijita que hay en la unión de los azulejos del baño...

Tal vez nos mudamos a un acuario y no nos dimos cuenta...
Es más, tal vez somos peces que creen ser humanos...

Mmm...





miércoles, 7 de julio de 2010

Miradas que matan

No sé si recuerdan esa publicidad que decía...

"Con una mirada me dijo...
... andá a lo de Marta a ver cómo anda del reuma.
... poné el calefón en 3 ".


La casa no se hace cargo de la exactitud de la cita, pero al menos sirve para dar cuenta del concepto que quiero transmitir.

Las miradas que dicen algo.

La mirada cargada de brillo de los enamorados. Y sólo una vez la vi, o dos, como mucho; es más, tal vez era producto de una conjuntivitis, o de la ingesta de drogas legales y /o ilegales por parte de los enamorados en cuestión, quién sabe...

La mirada sobradora o de "qué me importa" con los párpados un poco bajos y las cejas alzadas. Estar muy atentos con la mirada similar que no lleva las cejas alzadas! Claramente incluye una connotación sexual; apelando a otra frase de publicidad, la más apropiada para el caso sería, "tu amigo te tiene ganas", es más -agrego yo-, te está imaginando sin la ropa.

También tenemos la mirada "tengo el ancho, tengo el ancho, pero si te hago la seña me van a ver"; en este caso puede acompañarse de un agrandamiento de fosas nasales.
Agrandamiento también presente en la mirada de "basta!! basta!! no me hagas reír que no da. Basta! Nos van a rajar...". Cuando la carcajada se vuelve incontenible, ayuda mucho el mirar para abajo y morderse los labios. O directamente irse al baño.

Para no extenderme mucho más, porque ahora que empecé a escribir sobre esto se me ocurren muchas miradas y, sobre todo, muchos malos entendidos.

Ayer le dije con la mirada a un señor: "la con*** de tu madre, viejo bolu**, por qué en vez de reírte como si fueras Papá Noel no me ayudaste antes con las bolsas y evitábamos que se me cayera todo, eh??!?!?!?!? No viste que no tenía más manos??!?!?! Jo, jo, jo, jo, te reís... pelotu**"

Todo eso le dije.

Pero claro!! Estaba en el supermercado con la cartera colgando y tres bolsas cargadas de cosas pesadas, intentando sacar del locker mi bolso donde estaba la ropa del laburo que me había cambiado para ir al gimnasio, los anteojos se me deslizaban cada vez un poco más, el jogging que se me bajaba; cuando logro rescatar la monedita de un peso que hay que poner para poder utilizar el casillero, se me da vuelta el bolso y se caen varias cosas. Atrás el tipo este se ríe...

Sólo bastó con mirarlo de reojo para que no se riera más. Creo que entendió el mensaje.



miércoles, 30 de junio de 2010

Salí del closet


No les estoy hablando de un juego de niños como la escondida o el cuarto oscuro, ni tampoco de uno de adultos como podrían ser la (guiño, guiño) escondida o el (guiño, guiño) cuarto oscuro.

No, nada que ver. Les hablo de lo que se habrán imaginado cuando vieron el título.

Ayer salí del closet.

O, mejor dicho, me sacaron a patadas en el medio de mi parte más abultada.

Fui a hacer el trámite para la renovación de mi DNI, el que tengo actualmente donde tiene que estar el nombre, no hay nada. Se borró. Cabe aclarar que se borró hace más o menos 10 años, de hecho en mi primera elección la señorita que tomó mi documento me dijo, "nena, esto está medio borrado, tenés que renovarlo ya, ahora te dejo votar porque es tu primera elección...".

Una década después le hice caso.

Por supuesto que previo a ir al RENAPER tuve que borrar mi reescritura con lapicera sobre el plastificado, corría riesgos de recibir retos y / o detención por mi fatal delito.

Hice la fila correspondiente para el inicio del trámite donde me entregaron un número donde verificarían mis datos.

Me pasaron de largo. Yo tenía el 560 y pasaron del 559 al 561. Y fue "el sistema", no una persona, la que me salteó.

Esto reafirma mi creencia de que estoy muerta o que no tengo alma en verdad. Recuerden que las puertas automáticas se abren lentamente, muy lentamente, ante mi presencia, como si tuviera apenas una tenue existencia.

Verificaron mis datos, que parece ser no estaban bien, porque no aparecía nada en "el sistema".

Finalmente me encontraron, me dieron un talón de pago. Pagué y me dieron un número para el último tramo, toma de huellas digitales y foto. Aplauso, medalla, beso.

Mi número esta vez era el 813.

810 (preparados), 811 (en sus marcas), 812 (listossssss... me paré y me fui acercando poco a poco a los boxes), 814.

814!!

Fija, estoy más muerta que Bruce Willis...


Cuando me atendieron entendí todo. Ahí fue cuando me eyectaron del closet.
Con mis datos aparece otra persona. Y no una persona cualquiera, no. Aparece un chabón que parece ser nació en Chilecito, La Rioja.

Soy travesti.

Mi teoría es que nací con ambos sexos, mis padres decidieron que mi cara daba más para mujercita y ahí estaba frente a mí la versión hombre de haber elegido ese género.
Eligieron bien. La verdad es que el chico este de Chilecito estaba bastante feo.

Todos me miraban y se reían en el Registro. Cuando pasa algo así en una oficina estatal que atiende a mucho público se juntan varias mujeres mayores que siempre llevan puesto un saquito de lana y un par de jovencitas con cara de sorprendidas alrededor de un gordo con cara de traficante de armas que es quien decide qué se hace en esa situación.

Luego de un peleadísimo ta te ti... terrame terrome tesin tesan... "Ya está, déjenla mujer", habrá dicho el gordo.

Macho, dijo la partera; mujer, el del RENAPER.



miércoles, 23 de junio de 2010

La Casa

Fin de Marito

Después del suceso "Fernando se fue a Quilmes, quedé afuera", varias veces se invitó a ver Padre Coraje.




Cuando a eso de las 10 de la noche escuchaba que se abría la puerta de su departamento, yo bajaba el volumen de la tele en el mío. Golpeaba a mi puerta acompañado por su clásico: "veciiiiiiiina!!!". Nunca más le abrí.



Otras noches menos afortunadas me gritaba desde la vereda, y prendido al timbre, "veciiiiiiiina, quedé afuera, abriiiiiiiime!!!!!! Caroooooooo (ahora sí usaba mi nombre...) bajá a abrirmeeeee!!!!".



Por suerte tengo un don especial que consiste en la absoluta abstracción de la realidad. A veces esto es a favor mío, como en este caso*.



Se comentaba en ese entonces en "La Casa" que Marito vendía la llaver de abajo a cualquiera, de hecho robaron un par de veces.
Y no sólo a mí acudía por ayuda, Titi se llevó una poco grata sorpresa cuando un día, al entrar en su departamento, se encontró con cosas de Marito en el living. Se ve que algún día le prestó la llave para que pudiera salir y le hizo copia a todo el juego.




Sigo con la historia.




Una tarde al volver del trabajo me lo encuentro a Marito en la puerta de "2215", del lado de adentro, o sea, encerrado; a esta altura me tenía cansada, harta, re podrida...



Marito: veciiiiina, abrime, dale!!!
(con mala onda me hablaba, a los gritos. Y a mí a los gritos no me sacan nada...)
Caro: pará Marito, voy hasta el kiosco y entro.

Nunca imaginé lo que podía encontrar al entrar...



Es de las cosas más espantosas, inimaginables y asquerosas que he soportado.
El hijo de puta -ayer hippie viejo, hoy loco de mierda-, había hecho sus necesidades, sí, número 2, en toooodo el edificio. Como un niño que pinta al pasar, con crayones de colores, las paredes de los pasillos, él lo había hecho con eso... sí.



Subí esos dos pisos apelando más que nunca a la abstracción, especialmente a la abstracción olfativa.



Tres horas más tarde llegaba el patrullero...



Police man: Mario... otra vez??
(Otra vez!!!!!! Sí, se ve que la primera vez que lo hizo yo estaba de viaje y no lo sufrí) Ahora tenés que limpiar todo... Y basta! La próxima te llevamos!!!



Según me contó la de PB esa primera vez que lo hizo era el cumpleaños de la otra chica de PB, y esta primera, Graciela (de quien oportunamente hablaré), limpió todo para que no se suspendieran los festejos.



Como la tercera es la vencida, la siguiente vez que repitió la travesura se lo llevaron. Patrullero, ambulancia y al Borda sin escalas.

Al mes me enteré que Marito había muerto en el neuropsiquiátrico por problemas en los pulmones; eso de andar escupiendo sangre no era normal... Bah, casi nada en él era normal.

Ahora cada vez que algo raro sucede, o desaparece algo en mi casa, digo que es el espíritu de Marito que me sigue a todos lados para cuidarme y divertirse conmigo.




*En tantos otros es en contra, no puedo evitar muchas veces "irme" de forma involuntaria, "colgarme" como lo llamo yo...


miércoles, 16 de junio de 2010

Nos tapó el agua...


Puntos a tener en cuenta a la hora de elegir departamento:

- Si dice "poco luminoso", olvidate; traducido a idioma humano significa "sellado a la luz natural". Si te mudás a una mina vas a tener más luz y, aunque sea, la posibilidad de encontrar alguna piedra preciosa, o un enanito perdido de Blancanieves.

- Chequear la presión de agua cuando visitás el departamento en cuestión, abrí todas las canillas (ojo de no mojar los papeles de la persona de la inmobiliaria porque he comprobado que no cae muy a gusto eso...). Si la presión es poca, para bañarte con un poco de agua tibia vas a tener que llenar una palangana y bañarte en la cocina. O baño polaco, con las consecuencias que puede traer si, sobre todo, no vivís solo/a.

- Consultar por el tipo de calefacción. En muchos edificios la calefacción es central; léase, jamás coincidís en gustos térmicos con el encargado de encenderla. Te la prenden en junio después de varios ruegos. En medio de la noche pueden llegar a apagártela.
Cuando vivía en 2229 comencé a ser una muy buena persona; tuve un adelanto de lo que sería el infierno en caso de ir allí, no me gustó nada, el calor es abrumador, como tener tres menopáusicas encarnadas.
Además está el temita que tal vez te aumentan las expensas en invierno. Aunque vos no estés en todo el día, y la viejita del 2º se lo pase calentita, pagás mucho, mucho, sin distinción.

-Abrir de forma rápida y sin aviso las alacenas. Buena forma de chequar si hay cucarachas, o al menos, podés saber a qué velocidad se escapan...

-Edificio viejo? Sí, sí, qué lindos los techos altos... altas se van las expensas cuando tienen que cambiar las cañerías.

-Edificio nuevo? Caja de zapatos y sin persianas.

- Piso alto, vista abierta? Murciélagos.

-Piso bajo, vista al vecino? Gran Hermano.

-Piso bajo, interno? Oscuro como el pasado de Michel Jackson.

- PB? Te suben cosas por el inodoro, como pasa en mi trabajo.

- Último piso? Te filtra agua por la terraza.

- Penúltimo piso? Chequear si arriba tuyo no hay balcón terraza; en este caso te filtra agua como carpa en medio de acuario. Les adjuntaría las fotos de mi hermoso living... ya compré en mercado libre un delfín y a Nano!!!!

- Ojito si una de tus paredes da al baño del vecino. Puede filtrar.

-Tres ojitos si una de tus paredes, ponele la de la habitación, da a la nada misma. Tal vez tenés la suerte de ligarte una rajadura que te suma además de al delfín y a Nano, una Camila y dos orcas.
Mejor vendría un arca...
 
 
Cada uno de estos datos ha sido testeado por quien suscribe en algún u otro inmueble que ha morado ella o amistades.


miércoles, 9 de junio de 2010

La Casa

Más de Marito...

Todo el tiempo Marito cambiaba de concubinos o concubinas, una vez al mes aparecía un nuevo veinteañero en el edificio con acceso directo a su morada.


A medida que pasaban los meses estaba más ruidoso, escandaloso, gritón... a esto le sumaba un rictus que reflejaba enojo.


Creo que ya rondaba por los 45 kilos y sucio a más no poder, cuando comenzó a escupir en las escaleras. Sí, un asco de vecino estaba haciendo su aparición. Ojalá se hubiera quedado la anéctoda en unos escupitajos con sangre!!!!


Antes de que el final de Marito como vecino aconteciera, sucedió este hecho que me hizo quedar como la persona más hospitalaria del condado.

Era invierno, un frío que sólo con tres litros de Tir de Bardhal se podía evitar el congelamiento en la calle*.


Con el volumen bien alto escuchaba desde la cocina el programa que estaba comenzando, Padre Coraje, mientras terminaba de cocinar unas milanesas de soja con papas al horno.


En eso, golpean a mi puerta al sonido de "veciiiiiiina, veciiiiinaaaaa". Obvio, Marito.


Marito: Ay, hola vecina. Me quedé afuera, Fernando se fue a Quilmes y yo quedé afuera de mi casa... Paso un rato con vos.
(Por qué??? Por qué a mí????!!)
Aaaaay, mirás Padre Coraje!!! Yo también!! Qué suerte!!!! Lo podemos mirar juntos ahora!!!!
(Noooooo, si yo soy una buena chica... de colegio católico, jardín de monjas, siempre recé... por qué?!?!!?)


Por supuesto que se tiró en la cama que en el living hacía las veces de sillón con unos almohadones. Parecía que no lo iba a levantar ni con espátula... ni con la fuerza pública...
Caro con la cena suspendida: pero Marito, por qué no lo llamás a Fernando para ver a qué hora viene? yo te presto el teléfono si querés.


Marito: Ay, bueno, gracias vecina.

Blablabla, piripipí...

El hijo de puta en mi sillón: Uy, no vuelve hasta mañana.

Caro, la buena: ehhh?? Y... y... por qué no te manda las llaves en remisse?? Yo te presto la plata.

Marito: nooooo, ni te preocupes, yo me quedo a ver Padre Coraje y me voy. Y ahora que sé que mirás la novela puedo venir a verla con vos todos los días!!!! No tengo televisor yo... Si escucho que estás acá te golpeo la puerta y miramos los dos!!!!
(para la agenda: no ver más Padre Coraje o verlo en mudo)

Con Facundo Arana todavía en pantalla, Marito ya estaba dormido.
Intenté despertarlo pero nada. Se ve que ya había decido quedarse a dormir.


Sin cenar, mi comida estaba guardada en el horno, me fui a la habitación. Por suerte estaba tranquila que no me iba a insinuar nada ya que mi vecino era gay y además creo que hubiera bastado un soplido para derribarlo.

Amanecí a eso de las siete de la mañana con los gritos de Marito. Si al que madruga dios lo ayuda era mi pedido ese día.


Marito: Fernando no viene ahora, no tenés para prestarme $20 así llamo a un cerrajero???

Le hubiese entregado el televisor con tal de que se fuera, bastante barato me estaba saliendo toda la jodita. Con la noticia de su partida ya estaba de tan buen humor que le ofrecí preparar el desayuno. Mate con tostadas y mermelada.


Marito: veciiiiiina!!! Para mí bien blanquitas, muy tostadas no me gustan.
(te las voy a meter en el or**, caradura!)
Y traeme aceite y sal.
(Ehhhh?!?!?!? Aceite y sal?!?!)

Sí, además de hippie, mugroso, desubicado y cochino, comía las tostadas con aceite y sal.

De más está decir que no le cebé ni un solo mate.
Le presté mi llave de abajo para que le hiciera una copia, sólo la de abajo.

Marito: ahora te la traigo, vecina!!!

Después de tres horas más o menos de Marito ni noticias, como tenía que irme el pedí a la de planta baja que me abriera y me dijo, "ahh, Mario debe estar en el ciber de acá a media cuadra".

Y, sí, efectivamente, el hippie estaba chateando.


Yo: Marito... mi llave, me tenía que ir! Hace tres horas que tendrías que habérmela devuelto...


Marito: ay, perdón, vecina!!! Pero hubieses venido acá, yo estoy siempre acá en el ciber...


Caro: pero sin la llave no puedo salir del edificio...



Ahí se ve que hizo sinapsis.





Y entramos en los momentos culminantes de Marito como vecino y, principalmente, como ser vivo...





*Bueno, tal vez no tanto, pero hay que meterle contexto terrible.






jueves, 3 de junio de 2010

La Casa


Marito

Un hombre sin edad. De esos que pueden acusar 39, mal llevados, o 58 años, en óptimo estado.
Un hippie viejo. Muy flaco, estimo que limpio (cosa que nunca vi en los dos años que coincidimos en el edificio) pesaría unos 50 kilos.


Como chica simpática que soy y haciendo honor al concepto que la gente del interior es re buena y macanuda, siempre tuve muy buena onda con mis vecinos.
Titi, de quién prontamente hablaré, era una señora mayor que me llevaba sopa de verduras y me dejaba regalitos colgados del picaporte, o me pasaba notitas con demostraciones de afecto por debajo de la puerta.

Una de las primeras conversaciones con Marito fue más o menos así...

Marito: hola vecina!! Soy Marito yo. Cómo estás??

Caro: hola Marito! yo bien!!! Soy Carolina*.

En ese momento él estaba en la puerta de su depto y yo en el mío, compartíamos pared. Ahí nomás, abriendo un poco su puerta como mostrándome algo me dijo, "pasá cuando quieras que todavía quedan un montón de cosas", y se fue, ni idea qué me estaba queriendo decir...

Bajé los dos pisos por escalera y al salir del edificio tenía en la puerta a una chica de unos 20 años, medio stone, volanteando.


Me entregó un papelito y al leerlo entendí todo.


"Marito se va de viaje, vende todo y alquila su casa".


Esa fue nuestra presentación.


No le compré nada, claro. Le quedaban un par de bombillas, un colchón y algún que otro trapo y frazada.
Todo transcurría normalmente en el edificio, no más que algunas interacciones en las escaleras, o escuchar muchos ruidos ya que era de reunirse mucho con personas ruidosas. Pero a mí los ruidos no me joden en lo más mínimo, o sea que no tenía inconvenientes con sus fiestas.




Una noche toca timbre una pibita...

Pibita: hola vecina! Soy mengana... como es 29 hice ñoquis para 16 personas, pero me di cuenta que no tengo ollas, jijiji!! Tenés alguna para prestarme?

Caro: sí, claro. Ahí te doy.

Le di mis tres ollas. Varias tandas iba a tener que hacer la poco previsora muchachita.
Al día siguiente tenía mis tres ollas lavadas y colgadas de mi picaporte. Obvio que cuando abrí la puerta cayeron estrepitosamente; no entendí por qué las colgaron, era obvio que se iban a caer*.






Continuará...






*Cabe aclarar que jamás me llamó por mi nombre, siempre fui "vecina".
*Escrito esto, reflexiono. Claro, cómo iban a pensar en la caída inevitable de las ollas si no fueron capaces de pensar en la necesidad de ollas a la hora de hervir mil quinientos ñoquis...






Conceptos

El mundo es un pañuelo y Facebook una gripe de la puta madre.


Voy a ver si retomo el posteo...

viernes, 12 de marzo de 2010

La lectura y el amor


Qué fea es la sensación cuando no encontrás ese libro que te atrapa y te tiene leyendo en cada momento libre, incluso en los no libres cuando se ausentas tus jefes de la oficina.

Hace como un mes que me siento perdida. Comencé varios pero no, no hay caso, no hay flechazo. Ahora estoy con un libro de cuentos de fútbol que al menos me mantiene muy entretenida.

Es como en el amor. Salvo algunas excepciones sabés cuando va a prosperar la relación, tenés esa corazonada en las primeras charlas, las mariposas son el síntoma primario.
Y también, como mi libro de cuentos, están los delivery sex a la hora del amor, te entretienen pero sabés que si aparece alguien lo dejás para otra ocasión de soledad.

Cuántos delivery book tengo que leer antes de encontrar una vez más mi libro amado???




lunes, 22 de febrero de 2010

Qué divertido, no???

Cuando te pasa algo malo un día, decís "puta, qué mala suerte...".

Cuando te pasan dos cosas, decís en voz más alta, "bueno che! La reputa madre!!".
Cuando te pasan tres cosas, decís mirando hacia el cielo con ojos desorbitados, "por qué?!?!? Eh?!?!! Por qué?!?!?!".

Cuando te pasan cuatro o más, te reís porque sabés que hay alguien que se está divirtiendo con vos.

El día viernes comencé mi día con un problema de malos entendidos en facebook que culminaron con la feliz e inteligente decisión de dejar de ser amiga en FB de Rober. Ya hacía tiempo se lo había propuesto y esa mañana tomé cartas en el asunto.

A eso de las 15:40hs mi jefe me dijo que me fuera antes así no me agarraba la lluvia. Un placer la verdad. Antes de subir al bondi decidí ir al chino así no tenía que caminar por mi casa, probablemente estaría lloviendo al momento de mi llegada.
Tenía la caja registradora rota, tuve que esperar como 15 minutos paradita a riesgo de que mi leche perdiera la bendita cadena de frío.

No me mojé, por suerte. Le hice pito catalán a dios porque no logró conseguir que me mojara.

Ah, a todo esto, como tenía fiebre, llegué a casa y me tiré a ver tele en la cama. No sin antes acomodar el balde para evitar que se me mojara el living (sí, tengo un agujero en el techo de mi casa y cuando llueve afuera, llueve adentro).
A la hora estaba, con fiebre aún, acomodando junto al balde dos ollas, trapos de piso y toallas. Mi living era ahora un lago.

En una de las veces que voy a la cocina a escurrir el trapo de piso, veo agua en el piso que manaba de abajo lavarropas. En el intento de correr una bolsa de esas fuertes de cartón que contenía lijas, pinceles, pintura, barniz y aguarrás, la muy perra se engancha con no sé qué carajo y se desfonda. Como resultado de esto, se rompe el frasco de mermelada donde guardaba el barniz con color wengue con el que había pintado las mesas y se desparrama todo entre la heladera y el lavarropas.

Terminé en cuatro patas limpiando mi piso color cremita con cif y aguarrás. Luego me limpié yo mis brazos, manos y rodillas con este último producto y culminé mi limpieza en la ducha cagándome de risa.




PD: el mejor momento fue cuando el sábado al despertar descubrimos con Rober una mancha de humedad en el techo de la habitación!!! Qué plato!! Qué plato!!!!

martes, 16 de febrero de 2010

Mirá, mirá!!!!!


Otro lugar donde pueden encontrarme también... bah, también... acá ya ni me encuentran.
Tal vez por allá esté más seguido dándole Rienda Suelta.
Sólo les dejo de regalo esta conversación telefónica de la semana pasada:
Caro en su laburo: Empresa piripipí, buenos días.
Señora aquejada: Ay, mirá, yo tengo un lavarropas para service... lo compré la semana pasada...
Caro: Hola, buen día señora (re rompe soberanamente que no saluden...), acá no hacemos service de lavarropas, se debe haber confundido de número.
Sra: ah, y qué hago con el lavarropas? Ustedes lo vienen a buscar?
Caro: mmm, no. Esta no es la empresa con la cual usted se quiere comunicar. No tenemos nada que ver con lavarropas.
Sra: ah, está bien. Entonces qué hago con el lavarropas? Me das el número del service.
Caro: no sé, señora, el número del service.
Sra: qué vergüenza... qué vergüenza!!! Descarados!!! Compro el lavarropas y no me ayudan!!!!
Conclusión: Vieja loca.

martes, 2 de febrero de 2010

Rienda Suelta


Hace mucho tiempo que no utilizo este espacio para hacer mis propios chivos. Así que vuelvo sobre eso, los chivos, y hago autobombo.



A partir de mañana, 3 de febrero, todos los miércoles de 22 a 24hs podrán escucharme en Rienda Suelta. Se mueren de ganas, no? Ja, sí, me lo imaginé...


Recuerden: Miércoles 22hs, RIENDA SUELTA!!!!

www.agradio.com.ar



MSN: riendasuelta@hotmail.es
Face: Rienda Suelta

jueves, 28 de enero de 2010

No noticia


Tal vez la equivocada sea yo... bah, no, por supuesto que no. Jamás en la vida me equivoqué, ni siquiera me equivoco cuando compro jabón para lavar a mano en vez del que es para lavarropas automático, o cuando tengo 3 frascos de shampoo y ningún acondicionador. Eso es vagancia, por no leer me pasa.

Ni siquiera me equivoqué cuando cuando me enamoré del amigo más impresentable de mi hermano, tan sólo me extralimité con los gustos y las buenas costumbres... me pasé, digamos, del otro lado, del lado oscuro.
Tampoco fue un error el haber estudiado 6 años una carrera para luego, con diploma y foto, darme cuenta de que (vamos Lulet acá con
Chinga tu letra, que vs de que) no me gustaba ejercer. Sólo pospuse mi deseo un tiempito.

Entonces tampoco me equivoco cuando considero una estupidez que el calor en verano sea noticia en todos lados.

Dejate de joder...


Me decís que están haciendo 50º, bueno, ok, eso sí sería una noticia.
Me decís que están haciendo 2º, bueno, ok, eso también sería una noticia.

El resto son giladas.